Los “-stratos”

 

 

Según Rafael Lapesa, el español de América sufrió tres tipos de interferencia entre las lenguas indígenas y la lengua española traída de España. El primer problema es del superstrato. Lapesa lo define como el “influjo de la lengua dominante sobre la dominada” (538-539). En el caso de Perú, es la influencia del español en el quechua y el aimara. También, existe el adstrato, o “mutua influencia entre lenguas coexistentes, ya por bilingüismo en determinado territorio, ya por vecindad de las áreas respectivas” (539). El multilingüismo de español, quechua, y aimara contribuye al adstrato. Finalmente, hay el substrato, cuando “la lengua invadida no desaparece sin dejar teñida a la invasora de algunos rasgos: palabras que sobrenadan en el hundimiento, hábitos fonéticos, de entonación, gramaticales, etc” (Lázaro Carreter citado en Diez, Morales, y Sabin 136-137). En este caso, el quechua y el aimara dejan huellas de sus lenguas en el español. Los procesos del superstrato, del adstrato, y del substrato explican algunas razones por las diferencias en el español de Perú.

 

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